Los amores pueden ir y venir, pero los amigos no. Podría estar un año contándote las cosas que hicieron por mí y sin esperar nada a cambio. Cuando alguien es tu amigo de verdad, tus problemas son sus problemas, si vos sufrís tu amigo también sufre, si vos necesitas ayuda ellos son los que están. Un amigo no te deja en banda y no especula si le conviene estar o no con vos, un amigo esta, esta y siempre al pie del cañón. Podes ir y venir, podes pelearte una y mil veces, pero la amistad va mas allá de eso. Es como un lazo transparente que te une de por vida...
Por un lado, están los amigos que saben acompañar en el dolor y en los momentos difíciles, los que te ponen la mano en el hombro y te dicen la cálida palabra de aliento y de cariño que se necesita en la soledad, durante el llanto, en el cansancio que a veces se produce en medio del fragor de la lucha.
Están los amigos que le tienen pánico al dolor, pero son los únicos que pueden compartir ese brillo de lentejuela de oro que tiene la alegría: los que disfrutan hondamente con tus triunfos, los que se ponen contentos con tu dicha, los que aplauden cada vez que subís un escalón en busca de tu cima… y no saben lo que es la envidia, porque realmente viven tu risa como si fuera de ellos y el olor de tus rosas impregna su corazón, con la misma intensidad con que impregnan el tuyo.
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